Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Lunes 5 de junio de 2017

Cultura

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    ¿Vendamos TVN?

  Wilfredo Santoro Cerda

Uno de los aspectos más brutales del modelo neoliberal tiene que ver con la pésima calidad de nuestra televisión. Una industria sexista, regida por el rating, cuyo único objetivo es vender y que renunció definitivamente a misiones que le eran inherentes, como educar e informar. Televisión Nacional de Chile, conocido por su sigla TVN, lo conocemos como el canal del Estado de Chile y debiera ser el medio llamado a quebrar esa mediocridad, pero es uno más de los canales que van tras el lucro. ¿Por qué mejor no le quitan ese distintivo? ¿por qué mejor no lo venden y dejan de engañarnos haciéndonos creer que tenemos televisión pública?. 

El 21 de mayo del 2017 –fíjense... día del combate naval de Iquique- a las 20.30 horas nuestro canal nacional emitía una telenovela llamada “La colombiana”. Compitiendo con TVN un canal privado cuyo único objetivo es el rating emitía “La historia secreta de Prat”. “¿En que mundo estamos?” me pregunté. ¿el canal identificado con Chile omite la historia nacional y quienes abordan la tenevisión como un negocio la asumen como generadora de rating? ¿dónde está la televisión que educa? ¿dónde está la televisión que informa?. En otras palabras ¿para que tenemos televisión nacional si es un canal tan comercial como todos los privados? 

ASI DEBIERA SER 

¿Cómo debiera ser el canal nacional de Chile? en primer lugar debiera ser un canal diferente, diametralmente opuesto a los demás. La primera diferencia notable debiera ser que no tendría fines de lucro, por lo tanto no debiera ir tras el rating. De hecho, no debiera tener ningún “rostro”. Todos debieran ser jóvenes profesionales, en el inicio de sus carreras... ojalá de universidades verdaderamente públicas. Su plantilla profesional debiera ser muy barata. Ningún profesional debiera ganar más de un millón de pesos. No debiera ir tras el rating por la sencilla razón que debiera ser financiada por el Estado. Y cuando alguno de estos jóvenes profesionales alcance relevancia... que se vaya a los canales privados... allá que le paguen más. 

La segunda diferencia debiera ser programática. Retomar dos de los tres objetivos clásicos con los cuales nació la televisión chilena. Los orígenes de este medio fueron promover la educación. la información y la recreación.  Por eso inicialmente fueron monopolios del Estado y de las universidades. Su apertura a los privados y al lucro fue consecuencia del Gobierno Militar.

Volviendo al tema original, cuando el Gobierno Militar autoriza la irrupción de los privados en la televisión –década del 80- ésta se transforma en un negocio. Se impone el rating y el concepto “recreación” hace desaparecer “educación” e “información”. Ya derribado el concepto “educación” para privilegiar el rating se gatilla un fenómeno de vulgarización no sólo en el lenguaje, sino en la temática. La sexificación y la chismografía toman la delantera en el negocio televisivo. Todo eso se etiqueta como farándula. 

EL SHOW DE LAS NOTICIAS 

Con respecto a su rol informativo la televisión chilena adecuó un formato que lo hizo casi compatible con la recreación: el show de noticias. El abuso de variedades y larguísmos segmentos publicitarios. Los canales chilenos informan en manada de 21 a 22.30 horas. Dan las mismas noticias, entrevistan a las mismas personas todos los periodistas juntos. Todo en formato show. En deporte, las cinco patadas más vistosas y una muestra de las tenistas más sexys del circuito.Algún desliz de Vidal y algo sobre los perros de Alexis. De allí a las noticias del Mundo. Siempre son cuatro. Algo de Estados Unidos... de Trump... el habitual mordisco a Venezuela. Una notita respecto a que el rival de turno de Estados Unidos –normalmente el líder de Corea del Norte- está loco y un niño salvándose milagrosamente en China. Cuando están exageradamente creativos alguna nota de zoológico europeo. 

La mirada ideológica de todos los canales está calcada. Da lo mismo el canal que mires. Está hecho por un habitante del barrio alto santiaguino que asume que la transitabilidad de Providencia le interesa a todo Chile y que cinco muertos en el cruce de Mejillones no es noticia. Por personas que odian a Venezuela y adoran a Estados Unidos. Que pueden gastar millones en una mascota pero no quieren mejor salud para los pobres. Personas que odian las reformas, no toleran la llegada a la universidad de quienes no pueden pagar y consideran legítimo que la mayor parte de los chilenos jubile con un tercio de su sueldo. 

TODOS CON LA MISMA PROPUESTA 

Es absolutamente impresentable que los chilenos no tengamos televisión. Que todos los canales tengan la misma propuesta programática, ideológica y.... sean todos un atado de mercanchifles que lo único que les interesa es vender... a costa de mostrar jóvenes semidesnudas, propagar chismes, inventar peleas en pantallas. Es repugnante como los camarógrafos apuntan sus objetivos a los ojos y los editores ordenan música de drama cuando a costa de infidencias y montajes algún ser humano está siendo vulnerado. 

Pero lo peor de todos es que uno de esos canales sea precisamente TVN, la herramienta que tiene el Estado de Chile para educar e informar. Olvidémonos de recrear... para eso están todos los demás. 

TVN no debiera tener anunciadores. No debiera tener “rostros”. No debiera buscar rating. TVN debiera ser un canal sin miedo a ser aburrido. TVN debiera hacer todo lo que los otros no hacer. Arte, documentales sobre Chile, informativos que cumplan con los mínimos estándares. Concisos, precisos, serios. Como la radio. Se debe reconocer que en Chile el prestigio de su prensa hablada está sostenida en la radio y no en la televisión.

TVN debiera recoger todos esos proyectos documentales que han financiado los gobiernos regionales y proyectarlos a todo el país. Aprovechar esa fortuna que se ha gastado y no siempre se ha aprovechado. Los hay espectaculares... y no los conoce nadie... he visto documentales de Monte Verde, de como el hombre habría ingresado a América por Chile. Tal teoría ha generado la atención incluso de National Geographic...

En otras palabras, TVN debiera ser la alternativa. Debiera ser la opción para que, cuando el chileno se hastíe de tanto cahuín... pueda tomar el control y obtener una tregua. Una televisión seria, informativa, educadora e identificada con Chile. La verdadera e inexistente televisión chilena. Que halle de repente un documental sobre Tito Fernández en que cante y explique diez de sus mejores canciones. O que un arqueólogo nos cuente como en Chile los ariqueños chinchorros ya tenían momias hace 12 mil años. Es tan linda nuestra cultura. 

¿Y POR QUÉ NO SE PUEDE? 

Ahora debo dejar en claro algunas cosas. La verdad.. verdad... es que el Estado de Chile NO TIENE un canal de televisión. TVN es una empresa autónoma del Estado, lo que la convierte en un medio de comunicación “independiente” del Gobierno.

Un segundo elemento es que, de acuerdo a la ley 19.132 TVN debe cumplir con el rol de la televisión pública, pero “autofinanciarse”. Es esa ley la que despoja al Estado chileno de televisión. Lo triste es que ni siquiera puede culparse al Gobierno de Pinochet de tal medida neoliberal. Esta ley fue promulgada el 8 de abril de 1992, en el primer gobierno de la Concertación. El Gobierno Militar disfrutó durante sus 17 años de una televisión propia.

Ahora, con respecto a la misión que se le asigna a esta televisión pública, debo señalar que para mí es extraordinariamente general. La Televisón pública chilena no tiene por objeto ni educar ni tampoco informar. Su rol es “Reflejar a Chile en toda su diversidad, contribuir a fortalecer su identidad y conectar a todos los chilenos en todo momento y lugar”. 

En resumen, TVN debe “reflejar” a Chile, “conectarlo” y “contribuir” a fortalecer su identidad. Es decir, como diría un prestigioso humorista... “la nada misma”. Todo eso lo hacen los canales privados privilegiando el lucro.

Es por eso que en base a todo lo expuesto, si tenemos un canal que es “independiente” del Gobierno, si debe “autofinanciarse” de acuerdo a las leyes del mercado y si no tiene por objeto educar e informar ¿de qué nos sirve TVN? ¿cuál es su aporte? ¿no está sirviendo únicamente para lucrar a sus ejecutivos y a sus rostros? ¿Vendamos TVN?