Diario Electrónico de Mejillones

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Cultura

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Paro portuario en Mejillones

 No hay bono... no hay voto

Wilfredo Santoro Cerda

 El martes primero de enero del 2008, a las 15.30 horas, el segundo turno de Ultraport hizo ingreso a Puerto Angamos, deponiendo de esta manera el paro que mantuvo durante seis días bloqueada la exportación de cobre de Codelco y otras compañías cupríferas. Hasta ese minuto, la Federación de Trabajadores Portuarios de Mejillones (FTPM), que convocó la acción, no había obtenido nada ¿quien tiene la culpa? ¿quién ganó? ¿quien perdió?

Para buscar las lecciones que dejó este paro, necesariamente debemos tocar sus orígenes. La movilización reunía a más de 300 trabajadores de Ultraport, congregados en tres sindicatos, que conforman la federación. El conflicto se desencadenó por un solo motivo: el bono de 450 mil pesos que Codelco le pagó a sus trabajadores contratistas y colaboradores, en virtud de un acuerdo marco entre la cuprera y la Confederación de Trabajadores del Cobre, gremio que aúna a los externos.

Una mirada superficial permite determinar que ese bono le correspondía por derecho propio a los portuarios. De hecho, Codelco se lo dio entidades como los buses que los transportaban, a quienes les atendían los teléfonos, a quienes le hacían la comida e incluso a quienes le construían las casas en Calama (¿cual sería en ese caso la relación con el negocio del cobre?).

¿Qué dijo Codelco cuando la federación le pidió el pago del bono? Dijo que no correspondía. La razón que dio fue que Codelco era cliente de Puerto Angamos, no mandante. 

LA TECNICA DE LA MENTIRA

 Aunque el argumento no es malo, adolece de una pequeña falla: es mentira. Puerto Angamos no es más que el nombre de fantasía de una compañía cuya punta de la pirámide es Complejo Portuario Mejillones, entidad que oficialmente es filial de Codelco. En otras palabras, Puerto Angamos en sí es una filial Codelco. Tanto es así que Codelco tiene oficinas y personal permanente en Puerto Angamos y el personal de Complejo Portuario Mejillones igualmente usa camionetas pertenecientes a Codelco. Sintetizando: Codelco es dueño de Puerto Angamos y además, su máximo cliente. Doble función que hace evidente que el esforzado personal de Ultraport colabora directamente en el proceso de comercialización del cobre Codelco y merecía el bono.

Bien.  Ese es el panorama. Acá no existían demandas gremiales en contra de Puerto Angamos y menos en contra de Ultraport. Otro antecedente interesante: el movimiento sindical estaba bastante endeble. Jamás en la historia de Puerto Angamos se había hecho movilización alguna. Entre los trabajadores existía un sector crítico hacia la actividad de los dirigentes, que los consideraban exageradamente pro empresa, por lo que se gestionaba la creación de un cuarto sindicato. También había un elevado porcentaje de trabajadores absolutamente ajenos a la actividad gremial. 

LOS ARGUMENTOS NO BASTAN

Ante ese panorama ¿qué permitió que los trabajadores reaccionaran y pararan la exportación de cobre? El responsable de este paro tiene un solo nombre: Codelco ¿por qué? porque los portuarios mejilloninos llegaron a una triste conclusión: Codelco no paga de acuerdo a los méritos que tienen sus colaboradores, sino paga únicamente si hay paros y personas quemando neumáticos.

Aquí podemos mencionar objetivamente un ejemplo:  la empresa SOCOVESA TECSA, que se tomó el sector Peuco Maratón, donde construían viviendas. Codelco manifiestó que no les correspondía bono por no trabajar en zona industrial y menos en un área productiva ligada a actividades de Codelco. Sin embargo, la empresa tomó la decisión de otorgar por única vez, un bono a cada trabajador.

Bueno “¿cómo es la cosa entonces? -se dijeron los portuarios mejilloninos- nosotros que sí trabajamos en una zona industrial de Codelco y ligados directamente a las actividades de la cuprífera no somos considerados....  hagamos un paro entonces!!” En resumen. Nadie quería un paro en Puerto Angamos. Solamente querían y creían que era de completa justicia la obtención del bono que Codelco pagó a sus contratistas y colaboradores, pero se convencieron que Codelco no escucha bueno argumentos, sino solamente reacciona ante paros.

Un último elemento que aparece contraproducente en la táctica de la cuprífera fue su intento de atribuir a Ultraport el conflicto, en circunstancias que el único punto de la movilización era el bono Codelco. Insinúa que su negociación se basa únicamente en la mentira, una más que se suma a su intento de desconocer a su filial Complejo Portuario Mejillones.

TRABAJADORES SE UNEN 

Bien. Todos estos elementos hicieron que se desplomara la desconfianza hacia la dirigencia formal, que se interrumpiera la creación de nuevos sindicatos y que quienes no creían en los gremios se transformaran en uno solo. Así, con el cien por ciento de los portuarios mejilloninos tras su federación Puerto Mejillones se paró al día siguiente de la navidad. El movimiento se mantuvo por seis días, durante los cuales Codelco Norte no pudo exportar. Los portuarios antofagastinos apoyaron a sus pares del megapuerto e hicieron más fuerte esa hermandad gremial. 

BIENVENIDA DIGNIDAD

 Con una discreta difusión, el paro se prolongó por seis días. Así como todos se plegaron a la paralización de faenas, también todos volvieron cuando la federación anunció el retorno a las actividades el día primero. No los embargaba un sentimiento de derrota, sino de triunfo. Tras ese movimiento, la dignidad volvió al gremio portuario mejillonino. Porque eran capaces y también fuertes cuando las voluntades se aúnan.

Para terminar esta crónica evidentemente interpretativa responderé las preguntas que me planteé al principio:  ¿quien tiene la culpa del paro de los portuarios en Mejillones?: Codelco. Por la sencilla razón que no considera argumentos, sino únicamente movilizaciones. ¿Quién ganó? los trabajadores. Porque aunque no obtengan un peso de Codelco han demostrado que son dignos y poderosos cuando se unen. ¿Quien perdió? aquí daré una respuesta que es personal. Para mí que aquí perdió la Concertación. ¿por qué? bueno. Me limitaré a señalar que oí los prolongados mensajes que dieron alcalde y concejales la noche de año nuevo en Canal 2, de Mejillones.

¿Qué oí allí?. Bueno... el mundo de bilz y pap. Millones por aquí y millones por allá. Recuentos de... esto hice..  ...y esto otro.. y ninguno abordó el tema social que significaba que en trescientos hogares mejilloninos el jefe o jefa de familia estuviese en paro. No vi manifestarse ni al Gobernador, ni al Intendente, ni al Seremi de Minería... menos a la Ministra. En otras palabras... los políticos no estaban ni allí con el conflicto!! No era su problema... estaban preocupados de los fuegos artificiales. Y Codelco es del Estado. En sus discursos los políticos hablan que de todos los chilenos. Codelco habría pagado ese bono si alguna de las autoridades políticas hubiese manifestado su voluntad de apoyar la justa solicitud de los portuarios mejilloninos.

Pero allí están los medios de comunicación: por favor, vean si su concejal, su alcalde, su diputado, su senador, su Presidenta, hizo la más pequeña intervención pública otorgándole apoyo en su justa solicitud. Es por eso que termino esta nota sin saber si Codelco mantuvo inflexible su posición o escuchó a los trabajadores, pero ajeno a eso, abocándome únicamente a la reflexión igual transmito este pequeño mensaje a los políticos de la Concertación:  “no hay bono...  no hay voto!!”