Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Martes 1 de abril de 2014

Cultura

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Podemos estar ante la negligencia más grande del siglo 

¿Seguro que no hay un volcán submarino frente a Pisagua?

 Wilfredo Santoro Cerda

“...Como a 50 metros de la playa apareciò en el mar una gruesa columna de humo, redondeada en su parte superior, que fue sucesivamente elevándose hasta una altura muy considerable, en la cual se disipó...”. Tal noticia apareció el 19 de junio de 1877 en El Comercio de Lima . Fue enviada por su corresponsal en Pisagua tras uno de los sismo más violentos y menos estudiados del siglo XIX: el del 9 de mayo de 1877. Este afectó  a la actual zona norte de Chile y tuvo su epicentro en las cercanías de Iquique. Desató un tsunami de alcances tales que sus efectos se hicieron sentir en Honolulu y México. En una de estas islas –a pocas horas del suceso- se acusaron más de cien muertos por el arribo de la ola.

         Cuando se habla de grandes maremotos se suele recordar el que asoló Arica el 13 de agosto de 1868, pero muy poco se habla del que 9 años después se registró algo más al sur y cuya intensidad oficialmente se estima en 8.8 grados Richter (Página oficial del Shoa). En esta zona se hizo sentir mucho más fuerte que el de 1868. A tal extremo que destruyó un dique construidos por los atacameños sobre el Loa que había aguantado impertérrito por siglos -incluso el terremoto de Arica- pero que no pudo con la fuerza de este megaterremoto. 

OLAS DE 22 METROS 

         No sólo este invaluable patrimonio histórico desapareció, sino que fue ésta la catástrofe que puso la lápida a Cobija, la capital del Desierto de Atacama en ese entonces. El impacto más grande de las olas lo absorbió Mejillones, Ni siquiera Pisagua tuvo olas tan grandes ya que estas van creciendo a medida que la ola se extiende sobre el mar. En Mejillones se reportaron olas de 22 metros. En Pisaguia, de 7 metros.

         En esta ocasión la Península de Mejillones le jugó una mala pasada al pueblo que lleva su nombre. La Punta Angamos hizo de “resbalín” centrifugando las olas gigantes en una corriente que volvió al norte. El asta de la Capitanía de Puerto y otros enseres mejilloninos aparecieron en las playas de Tocopilla. Debido a la protección que ofreció la península, Antofagasta resultó con pocos daños. Hubo muertos en toda la franja costera, desde Mejillones a Arica, a los que se debe sumar las víctimas de las islas Hawai, en Estados Unidos.

         Lo curioso es que este cataclísmico acontecimiento fue debidamente reportado y registrado. Existe literatura al respecto. Esta fue escrita por hombres de gran reputación. Uno de los más destacados es Francisco Vidal Gormaz, quien por sus dotes de hidrógrafo, geográfo y científico, es considerado el Padre de la Hidrografía Nacional”.(Wikipedia

UN LIBRO VITAL        

Vidal Gormaz publicó en 1878 el libro “Algunos datos relativos al terremoto del 9 de mayo de 1877”. Tiene 32 páginas y fue editado por Imprenta Nacional, de Santiago. Como todo sabio, Vidal Gormaz fue un cronista escrupuloso que registró todo aquelló que reporteó, sin el filtro del prejuicio.

De acuerdo a la información que entrega este libro, en Cobija hubo 14 muertos. En Huanillos el mar se llevó la mayor parte de la población, dejando sólo “2 mil almas”. (Tal localidad no volvió a resucitar). En Río Loa desaparecieron colosales diques artificiales hecho por los naturales y que se calculan prehispánicos. Punta Lobos, pocos muertos, pero 3 buques a pique. Pabellón de Pica, 3 muertos y 6 buques hundidos. Chanabaya, 200 muertos. Iquique, naufragios y muertos. Mejillones del Perú, perecieron familias enteras (tampoco esta localidad volvió a arribar). Arica, 5 muertos y en Callao, principal puerto del Perú, el movimiento se sintió tan fuerte que la mitad de la población huyó a Lima. El sismo se sintió en Tacna, Arequipa y todas las localidades intermedias mientras que en Bolivia se sintió hasta en La Paz “muy fuerte”. Las olas del maremoto que produjo este movimiento llegaron a las Isla Sandwich, Marquesas, México, Estados Unidos, Fiji, Samoa, Nueva Zelanda, Australia y Japón, aumentado considerablemente el número de muertos. 

Como se puede ver, se trata de un evento global. Debidamente registrado. Este registro fue desarrollado por autores con prestigio científico. Es decir existen elementos razonables para tomarlo en consideración.

Para resumir, podemos señalar que el 9 de mayo de 1877 se produjo un terremoto de gran intensidad en la costa americana del Pacífico sur, que produjo un maremoto que afectó directamente desde Mejillones a Arica y posteriormente generó olas que llegaron hasta las costas de México, Japón y Australia. Y que los antecedentes registrados en la época vinculan ese sismo con actividad volcánica. Más aún, se recogieron testimonios de una nube de humo que salía desde el mar frente a Pisagua. 

CHAITÉN: EL VOLCÁN NEGADO 

Ahora me iré a otro acontecimiento, mucho más reciente. A fines de abril del 2008 los vecinos de la sureña localidad de Chaitén comienzan a sentir una seguidilla de temblores. Estos presentaban una extraña característica: en lugar de disminuir, las réplicas aumentaban de intensidad.

Tanto la opinión pública como las autoridades se enteraron de esta inquietud. Todo el país supo de la alarma de los habitantes de Chaitén como de su temor de una erupción volcánica. De hecho, El Mercurio de Santiago publicó el 2 de mayo una nota dando cuenta de esta inquietud. La nota reconoce que se desconoce el origen de los sismos, sin embargo informa que “se cree que tendrían un origen tectónico”...  

El 2 de mayo del 2008, cuando los ojos de la población de Chaitén se dirigían hacia el volcán Michinmahuida, ubicado 35 kilómetros al sureste de la localidad.... entró en erupción el cerro Chaitén, que quedaba sólo a 10 kilómetros del pueblo. Como paradoja ese mismo día aparecía en la prensa la noticia sobre la amenaza “tectónica”, desechando el temor de todo un pueblo, que sentía que tal amenaza era volcánica. 

PREJUICIOS E IGNORANCIA

 Aquí debo hacer dos consideraciones. La primera: los prejuicios de la clase científica.Es como vulgar atribuir los sismos a actividad volcánica. Como de ignorantes. Como si quien lo hace no supiera nada de las placas y sus desplazamientos, Una persona que sabe no puede decir que un sismo tiene origen volcánico.

Segunda consideración: en Chaitén entró en erupción un cerro, a pesar que todo el país, llámesen científicos, autoridades y medios de comunicación estaban preocupados del tema. Casi nadie sabía que el cerro Chaitén era en verdad un volcán. Nadie, excepto un señor llamado Oscar González-Ferrán –de profesión vulcanólogo- que en 1994 lo dio a conocer en su libro "Atlas de los volcanes de Chile" , que al parecer nadie leyó. 

A pesar que ambos fenómenos telúricos están separados por más de un siglo, no dejan de tener similitudes en el tratamiento humano. En ambos existe información precisa que tiende a ser olvidada y sabios cuyo aportes son subestimados. 

En el caso del maremoto de 1877 quedó información valiosa que no ha sido debidamente procesada. En el caso de la erupción volcánica del 2008, existía literatura previa que daba cuenta de la existencia de un volcán a 10 kilómetros de Chaitén. 

Con respecto a 1877 se está ignorando el trabajo de un cartógrafo de fuste, como lo fue Francisco Vidal Gormaz. El 2008 no se consideró el aporte del vulcanólogo Oscar González-Ferrán

REPLICAS DE MAYOR INTENSIDAD 

Sin ser vulcanólogo... más bien... sin ser nada como lo soy... tengo claro que el movimiento de las placas tectónicas genera sismos. Y cuando estos son de gran intensidad se producen réplicas. Pero que tales réplicas son de inferior intensidad que la del sismo principal. Ahora también sé que cuando se trata de actividad volcánica, la situación es al revés. Los sismos van subiendo de intensidad... como pasó en Chaitén y está pasando ahora en Iquique. 

Yo me pregunto ¿hay alguién monitoreando la eventual existencia de un volcán submarino en Pisagua? Porque los volcanes submarinos existen. Y si tengo información que hace más de un siglo un cartógrafo de fuste recogió información acerca de un volcán submarino que entró en erupción frente a Pisagua... ¡tengo motivos para preocuparme! Más aún si detrás del terremoto grado 8.8 que produjo llegaron olas de 22 metros al lugar donde ahora está mi casa y estoy escribiendo esta nota. 

NEGLIGENCIA 

Ahora. Si la respuesta es que eso no se está haciendo, declaro públicamente que se está actuando con negligencia. Porque hay elementos más que razonables para admitir la posibilidad  de la existencia de un volcán submarino en Pisagua. Y eso exige que tal posibilidad sea estudiada AHORA. No en base a estudios o que alguien lo dijo. Ese estudio debe HACERSE AHORA 

La razón más importante es  ¿quien asegura que no hay un volcán submarino en Pisagua? ¿los mismo señores que confundieron un cerro con un volcán?. Objetivamente, ¿cómo creerles que son capaces de ver bajo el agua si no fueron capaces de detectar actividad volcánica a 10 kilómetros de un poblado, en superficie y bajo la luz del sol? Más aún... el lugar temblaba desde hacía días... y las intensidades iban en ascenso... No eran movimientos tectónicos... por favor no nos equivoquemos de nuevo... hay vidas de por medio.