Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Miércoles 23 de octubre del 2013

Cultura

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Rechazado premio al Mérito Ciudadano

 ¿Por qué se declaró desierto el Hijo Ilustre de Mejillones?

       El miércoles 2 de octubre del 2013 se vivió uno de los hechos más extraños dentro del Concejo Municipal. En sesión secreta los ediles decidieron declarar desierto el galardón Hijo Ilustre de Mejillones, a pesar que habían postulantes que reunían los méritos. 

        Consecuencia de esta polémica decisión se generó una situación inédita. Por primera un postulante mejillonino rechaza el Premio al Mérito Ciudadano. Honor que jamás logró consolidarse, por lo pobre de su expresión: un diploma, y porque está concebido como un premio de consuelo.

        De hecho, la misma distinción Hijo Ilustre de Mejillones está terriblemente menoscabada por el Concejo Municipal local. La persona que lo obtiene es ubicado en fila de segundo orden, detrás de militares y jefes de empresas. En primera fila no está el Hijo Ilustre sino hasta la más perdedora de las jóvenes que participaron como candidatas a reina. Con esa lógica, naturalmente el galardonado no tiene ni siquiera derecho a decir “gracias” a través del micrófono por el “honor” recibido. Si el galardonado es jefe de empresa con toda seguridad quedará sentado más adelante por la empresa que por ser Hijo Ilustre. 

       En esta ocasión fueron postuladas dos personas. El escritor e historiador local Wilfredo Santoro Cerda  y el empresario antofagastino Iván Simunovic Petricio. Santoro iba respaldado por casi 400 firmas, mientras que el empresario foráneo logró casi 100. Cabe señalar que Santoro ha obtenido otros galardones, como la Medalla Bicentenario, que el 2010 destacó a los mejilloninos más destacados de toda su historia. 

 

Medalla del Bicentenario obtenida por Wilfredo Santoro el año 2010

 

     El acta de la sesión –que era secreta-  se hizo pública cuando la Municipalidad de Mejillones la subió a su página Web: www.mejillones.cl. Esta señala textualmente que Santoro no recibió el premio porque “no está centro (sic) de los parámetros que corresponden a dicho mérito” 

     No imaginamos que trataron de decir los concejales cuando en forma unánime firman esa declaración. ¿Por qué Santoro no está dentro de los parámetros? ¿y por qué sí lo ha estado una dama argentina que conoció Mejillones cuando vino a recibir el premio y cuyo nombre nadie recuerda?

     ¿Cuáles fueron sus “hechos relevantes, constantes y fehacientes”?

      La mayoría de la distinción “Hijo Ilustre de Mejillones” ha recaído sobre personas que no son de Mejillones. Un gran número de “ostiones de oro” está en la solapa de jefes de empresas ligadas al desarrollo industrial, pero también a la contaminación. Incluso a médicos que prestaron valiosos servicios algunos años. Aporte que fue relevante y fehaciente… pero no constante. 

UN NUEVO PREMIO 

      Mejillones desda hace tiempo necesita “despolitizar” la distinción de Hijo Ilustre. Porque es evidente que Wilfredo Santoro no recibió la distinción únicamente porque fue “vetado” por concejales con los cuales no tiene acogida. Específicamente Armando Aillapán y Sidney Biaggini. Los restantes, o estaban con el empresario antofagastino, o no tuvieron el peso o las ganas de defender la opción del mejillonino.

       Hace alguno años se planteó la posibilidad de un premio paralelo. Un comité de notables mejilloninos que asumiera la tarea de destacar anualmente al “Hijo Ilustre”. Que no tuviese los naturales compromisos ni los anticuerpos hacia mejilloninos -que siendo destacados- no cuentan con la simpatía de las autoridades. 

     En aquella ocasión se había designado al destacado artista mejillonino Hugo León -que reside en Bélgica- para que diseñase el galardón. Finalmente todo se interrumpió. La festividad que reúne anualmente a los ex alumnos de las desaparecidas escuelas tradicionales también está vinculada al municipio… y tal iniciativa no cayó bien en el Concejo. 

UNA ACTA MUY ESPECIAL

     No deja de llamar la atención la tendenciosa redacción que tuvo el acta municipal que declara desierto el premio “Hijo ilustre”. No hace mención a la cantidad de firmas que avalaban cada postulación. Sobre 300 en el caso de Santoro y casi 100 en el caso de Simunovic. Con respecto a Santoro dice que “Violeta Flores Silva propone a su esposo…” omitiendo las casi 400 firmas, mientras que en el caso del empresario antofagastino atribuye que es `propuesto por los “Vecinos de la Comuna” sin aclarar que ni siquiera llegó a los 100 votos y que era el candidato del Concejo. 

     Bien, Violeta Flores, en representación de las centenares de personas que firmaron por Santoro, rechazó el premio al mérito ciudadano para Wilfredo, por la sencilla razón que se había postulado a otro galardón. El premio solamente fue recibido por Simunovic, quien no lo consideró un desaire. 

EL PREMIO QUE NADIE QUIERE 

     Otra falla garrafal en la redacción del acta tiene que ver con la convocatoria al Premio Mérito Ciudadano. A pesar que sus bases fueron publicadas en “El Mercurio de Antofagasta” no dice que pasó. ¿Postuló alguién? Porque los dos premios al Mérito Ciudadano que otorgó el Concejo correspondieron a postulantes de otro concurso. De un concurso diferente cuyas bases también se publicaron en "El Mercurio de Antofagasta". Pero como el Concejo mejillonino no respeta ni siquiera sus propias reglas sacaron los postulantes de ese proceso y en forma absolutamente irregular los incluyeron en otro proceso, completamente diferente. Y para colmo… uno de los premios fue rechazado. 

     ¿El Concejo Municipal convocó a un concurso en que no participó nadie? ¿y lo hizo por “El Mercurio de Antofagasta? ¿cuánto vale un diploma y cuanto una inserción en El Mercurio? Eso parece desprenderse de la extraña acta 37/2013. Habría que revisar eso, porque de ser así ya es hora que eliminen el Premio al Mérito Ciudadano “Juan José Latorre". Se gasta una fortuna en difusión, el premio es un vulgar diploma y no postula nadie. En otras palabras, están haciendo un soberano ridículo.

 

ACTA SECRETA 37/2013