Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Viernes 25 de marzo de 2016

Cultura

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Multitienda solicita información política para dar tarjeta

 Wilfredo Santoro Cerda

Mediante esta declaración -que es requisito para otorgarle tarjeta de crédito- Hites recoge información de sus clientes acerca de sus familiares en la esfera política

          Para obtener una tarjeta de crédito en la multitienda Hites Ud. debe firmar una declaración en la cual se identifica como pariente de un político en ejercicio o en su defecto, que no tiene parentesco con ninguno de ellos.

         Dicha declaración constituye un requisito para otorgar el señalado plástico. Se denomina “Declaración de vínculos con personas expuestas políticamente” y detalla específicamente los cargos afectos a esta declaración. En una larga lista destacan Presidenta de la República, ministros, senadores, diputados y alcaldes. También están incluidos los dirigentes de los partidos políticos y los comandantes en jefe de las FF.AA. Hay una lista de 16 puntos que detalla cada uno de los funcionarios incluidos en esta declaración.

A su vez, el cliente debe declarar no ser cónyuge, hijo, padre, hermano, nieto o abuelo de tales personas. Quien aparece como responsable de dicho documento es la Unidad de Análisis Financiero de tal empresa del retail.

         Para mi fue una sorpresa  cuando al acompañar a mi esposa el pasado martes 22 de marzo tal requisito fue anunciado por la vendedora, a objeto de “actualizar” datos, para mantenerle vigente la tarjeta. En caso contrario le explicaron que se vería expuesta a una serie de pagos adicionales. Cuando extendió el documento ya me pareció que la ficción estaba rebasando la realidad. Aprovechando que la joven debió ir hacia a la impresora tomé una fotografía del documento con mi celular. No me dieron copia de tal declaración por tratarse de un “documento interno”. 

COMO EN LOS VIEJOS Y FEOS TIEMPOS 

         Inmediatamente vino a mi mente el período del Gobierno Militar. Cuando todos nuestros derechos estaban conculcados. 1982, cuando para ingresar a Proquim (flamante fábrica de nitrato de amonio en Mejillones, dependiente de Corfo) había que firmar una declaración de no participación en política. Vino a mi memoria aquel 11 de septiembre de 1985, cuando me detienen por “liderar” actividad opositora en Mejillones. Viene a mi mente mi despido de Proquim, que en ese tiempo ya se llamaba Enaex. injusticia que ningún Gobierno de la Concertación pudo reparar.

         ¿Por qué se ha vuelto a aplicar tan siniestra fórmula? Por qué algo tan personal, como lo son nuestros vínculos familiares pueden ser objeto de discriminación. ¿Qué busca Hites con esta medida? ¿No darle crédito a familiares de políticos porque estos durarán poco en el poder? o, a la inversa, otorgarles créditos para de esta forma tener algún grado de influencia en el ámbito político a costa de los parientes de éstos.

 NO SE JUSTIFICA

          Es absurdo que profesionales de análisis contables hurguen en esta información bajo un objetivo netamente económico. Les basta conocer la capacidad económica del solicitante y sus ingresos. No tienen por qué saber si su hermano es político, dueño del retail, narcotraficante o filántropo porque tal familiar (hermano, padre, abuelo, hijo, etc) no se está comprometiendo ante la empresa a pagar las deudas. Cuando tal señor político, empresario, narcotraficante o filántropo llegue a solicitar directamente su crédito, allí podrían tomar algunas medidas de resguardo, pero no de la forma que lo están haciendo, porque a mi entender, hay una flagrante violación de la intimidad de las personas.

         Me indigna la forma en que el retail busca controlar nuestras vidas. La forma en que cada vez que ingresamos a sus templos de consumo buscan vulnerar nuestra intimidad.

         Yo no tengo tarjetas en el retail. Creo que es una mala práctica. Uso una sala tarjeta bancaria la que me sirve para pagar en todos lados. Me ofrece dos ventajas adicionales: pago una sola comisión y además me permite una deuda unificada. Por eso odio cuando –cada vez que compro en el retail- la cajera me diga “me da su número de RUT”.¿Para qué? Si no soy cliente. ¿Para saber cuánto gasto? ¿para saber si soy un buen sujeto de consumo y bombardearme con ofertas de tarjetas y créditos?

         Ese es otro de los problemas. Lo masificado que están mis datos personales. Estoy en todas las bases de datos. Llamo al gas y saben mi segundo nombre, mi dirección, mi RUT y quizás que otras cosas. Lo mismo pasa con las empresa de luz, de agua y de todo el retail. ¿No es eso una violación masiva de la intimidad?

         Aún así, que deba firmar declaraciones otorgando información política y de familia para acceder a una tarjeta me parece espantoso. No me parece el país amigable en el que se debe vivir. Me parece que el poder del dinero y del modelo ya supera nuestras instituciones y –peor aún- la institución base que tanto promovía la constitución de Pinochet – Lagos: la familia.