Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Domingo 20 de enero de 2019

Cultura

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¿En qué momento todos nos convertimos en fascistas?

 

 Wilfredo Santoro Cerda

 

      Existen en el mundo dos grandes visiones acerca de cómo se debe gobernar para lograr la felicidad de la mayoría. La primera es la más funcional y casi siempre se ha aplicado: que un grupo reducido esté a cargo mediante la propiedad de las riquezas. La segunda es casi una utopía: que los bienes que produce la Tierra se sumen y se dividan matemáticamente por su número de habitantes. La primera fórmula la conocemos generalmente como capitalismo, pero también se le dice neoliberalismo y en el pasado imperialismo y monarquía. La segunda también tiene más de un nombre. Se le llama socialismo y comunismo. Otra forma práctica de identificarla es que al modelo capitalista se le identifica como de Derecha mientras que a los seguidores del modelo equitativo se le tilda como de Izquierda. Como consecuencia lógica, los ricos son de derecha y los pobres de izquierda.

 

LA CODICIA

 

      La diferencia entre ambas ideologías se basa principalmente en dos características humanas: la codicia y el individualismo. Para ser capitalistas o derechista se necesita ambicionar más para uno y un cierto desprecio por los demás. Para ser socialistas o izquierdista se debe cultivar la solidaridad, educar la ambición como también querer y respetar a quienes te rodean. Hay un dicho que refleja genialmente la forma en que el Gobierno Militar impuso su doctrina capitalista “aquí nadie es imprescindible”, que daba a entender que el ser humano era algo insignificante y que lo único que interesaba era la producción. Tal dicho se contraponía estrepitosamente con aquel que decía “en esta calle no sobra ningún niño”, propio de los 70 y que revela un sesgo izquierdista.
      Bueno. Bajo esa perspectiva existen dos propuestas de mundo. La primera es un mundo capitalista, en el cual la riqueza se concentra en un número muy reducido de hombres, que pasan a gobernar el mundo. Ese mundo siempre será desigual. Habrá un pequeño porcentaje viviendo una riqueza inusitada mientras que simultáneamente habrá gente viviendo en los basurales y muriendo de hambre. La propuesta es que tu ambición te haga ser parte del porcentaje privilegiado. Así vivían los reyes y lo hacen los dueños de las trasnacionales, mientras sus súdbitos o clientes viven la realidad opuesta.
      La segunda visión es un mundo equitativo. Sin pobreza, pero sin riquezas. Un mundo donde no se trabaja por el dinero que ganas, sino por la vocación que tienes. Donde el dinero no es un fin sino un medio.
      La primera propuesta se llama capitalismo. La segunda: socialismo o comunismo. Esta segunda propuesta es también conocida como “la utopía”. Es la más romántica, la más sublime y la más poética forma de concebir el mundo.

 

A MUCHOS NO LE GUSTAN LOS SISTEMAS EQUITATIVOS

 

      El problema de esta segunda fórmula es que la odian quienes están acostumbrados a ser los dueños del mundo. Jamás un rey quiso que le quitaran la corona. Jamás el dueño de una multinacional estará dispuesto a ser igual que su vecino. Los poderosos siempre odiarán a los socialistas, porque los socialistas quieren un mundo sin concentración de riqueza. Un mundo donde el fin no sea el dinero. Un mundo sin codicia.
      Desde la Segunda Guerra Mundial se asocia el término “fascista” a esta forma de pensar. Los “fascistas” eran los seguidores de Mussolini, quien abogaba por la reconstitución del Imperio Romano. Es decir los “fascistas” eran imperialistas, buscaban concentrar el poder y la riqueza y por ende, anticomunistas.
En general el fascismo siempre ha promovido el capitalismo como fórmula económica y la defensa extrema de este modelo con un anticomunismo acérrimo.
      Mientras más se afianza el capitalismo, menos opciones tiene el socialismo. Es así que cuando en el planeta aparece alguna manifestación de gobierno equitativo, el actual líder del imperio mundial: Estados Unidos, se le abalanza para destruirlo en el menor tiempo posible. Estados Unidos no sólo tiene una maquinaria militar insuperable, sino un poder económico avasallador y un manejo comunicacional sencillamente intocable.

 

PRIMERO EL DESPRESTIGIO

 

Y en ese mismo orden ataca: primero: el manejo comunicacional para destruir el prestigio del país y su gobernante. Si eso no resulta por sí mismo, recurre al Plan B que es el bloqueo económico. Ahora si ninguna de esas fórmulas funciona, sencillamente bombardea. No me he referido a otros ámbitos como político o diplomático porque no los considera. No tiene rubor político ni consideraciones diplomáticas cuando se trata de provocar o invadir.
      Ahora, es re difícil ser país socialista en un mundo capitalista. Porque si eres gobernante socialista debes dar educación gratis a tu pueblo. Entonces con enorme esfuerzo de un Estado, habitualmente bloqueado económicamente, sacas un gran número de profesionales. Pero como eres socialista… esos brillantes profesionales ganarán muy poco. Ahora si cruzan a la mala la frontera y se van a trabajar para el enemigo… se harán ricos, pero si hubiesen nacido en Estados Unidos con toda seguridad no habrían tenido esa calificación profesional. Por eso tenemos tantos profesionales formados en países socialistas lucrando en Chile… porque la codicia terminó siendo más fuerte que el amor a su patria.
      Cuba dio el más emotivo ejemplo de cómo una utopía puede sobrevivir a un monstruo. Gente sencilla, genial, humilde, que aprendió a vivir sin la maldita dependencia al dólar norteamearicano. Pero en general eso no ocurre. En el intertanto cayó el otro monstruo que mantenía el equilibrio, la Unión Soviética, y el mundo se hizo más capitalista.
      Ahora el foco de la agresión imperialista es el sudamericano estado de Venezuela. Allí un líder llamado Chávez instaló un proceso de corte socialista que llamó “Bolivariano” y su sucesor en las urnas, Maduro, ha luchado contra viento y marea por consolidarlo.
      En los años 70 Estados Unidos influía en Sudamérica gestando golpes militares. En el siglo 21 ha impuesto otra técnica: los golpes civiles, el uso de tribunales para destituir o quitar opciones a presidentes no imperialistas. Estados Unidos tiene un manejo comunicacional de carácter global y tras instalarse en la Casa Blanca un presidente de corte fascista, ese tipo de regímenes se reproducen con rapidez. Aparecen luego de denuncias profusamente difundidas por la prensa internacional, de juicios de dudosa validez legal que sacan del camino a un favorito, para instalar a un fascista.
      Con Venezuela se ha cometido una serie de abusos diplomáticos que deben definirse sólo con un nombre: abierto intervencionismo en un Estado con un presidente constitucionalmente electo. Ese solo hecho es un acto deleznable, que contraría el espíritu democrático de los países que participan en esta agresión.
      Con facilidad se aprecia que se trata de un hecho previamente concertado. Todo señala que una fuerza política venezolana se alió con países extranjeros para derrocar a su Gobierno constitucional. Un integrante del poder legislativo se autoproclama presidente de Venezuela y en forma casi instantánea es reconocido por la mayor potencia del mundo… raro.. eh… y después aparecen en manada todos sus adláteres reconociendo, y ¡ojo! que no es toda la comunidad internacional como falsamente dice la prensa chilena. Rusia, China y la Unión Europea no han reconocido al autonombrado. Y ellos son integrantes importantes de la comunidad internacional. Tampoco es “todo” el pueblo de Venezuela, como igual se ha dicho erróneamente. Asumamos que es la mitad. Una mitad no es todo.

 

LO TRASCENDENTAL

 

En base a lo señalado me permito hacer cuatro alcances de cosas que objetivamente me preocupan, porque tienen que ver con el formato de mi país:

 

RECONOCIMIENTO A GOBIERNO AUTOPROCLAMADO DE VENEZUELA ES EL ACTO MÁS LIVIANO EN TODA LA HISTORIA DE LA DIPLOMACIA CHILENA: La diplomacia chilena siempre se ha distinguido por su seriedad, por su apego a los valores tradicionales del derecho internacional. Jamás se había actuado de forma tan temperamental, por muy preciado que fuera el objetivo ¿se consultó a los restantes poderes? ¿hasta que grado ese reconocimiento representa a los chilenos? Tengamos claro que aquí se apoyó la autoproclamación de un integrante del Poder Legislativo venezolano que fue elegido mediante la misma fórmula, procedimiento, mecanismo y universo electoral que el Presidente ¿por qué una elección vale y la otra no? Es evidente que este pronunciamiento es de orden netamente político y no tiene un ápice de derecho diplomático.

 

¿TENEMOS LIBERTAD DE PRENSA EN CHILE? Durante los dos días siguientes a la autoproclamación del golpista venezolano la televisión chilena informó majaderamente poniendo énfasis en una sola visión de la realidad venezolana. Incluso sus periodistas se convirtieron en agentes de esta campaña manifestando sus ataques y entrevistando a opositores en la misma Venezuela. Obviamente actos de provocación en un país que vive un clima tenso. ¿Qué acceso a la información tenemos aquellos chilenos que queremos ver las dos caras de la moneda? ¿es esto libertad de prensa? ¿informar sólo lo que le interesa a quienes promueven el golpe de estado en Venezuela?

 

POR FIN SE DESENMASCARARON ALGUNOS “CENTROIZQUIERDISTAS” QUE JAMÁS LO FUERON. Me provocaron estupor las declaraciones de Lagos validando la agresión contra el régimen socialista de Venezuela. Sabía que era derechista pero nunca tan descarado. Que inmenso error habría sido abrirle las puertas del PS para sus ambiciones de volver a La Moneda. Tan decepcionante como escuchar a Lagos fue leer a Bitar, que manifestó que Allende no tenía nada que ver con Maduro e insinuó que de estar con vida, Allende estaría junto al imperialismo atacando a la socialista Venezuela. Execrable Bitar. Queda bien y síguele el juego al imperialismo, es tu estilo, pero no denigres la figura de un hombre que dio su vida por un mundo más justo y más igualitario. Contra viento y marea Maduro está haciendo lo mismo y tal vez… ojalá no… corra la misma suerte.

 

TAN LINDA LA MARCHA DE LOS VENEZOLANOS, TANTAS FACILIDADES… PORQUE A LOS MAPUCHES LOS HACEN….
Por último no puede dejar de impresi
onarme ese verdadero espectáculo que dieron los venezolanos manifestándose en Plaza “Italia” y toda la facilidad que le dio Carabineros. También me llamó la atención la cobertura de televisión. Porque cuando se trata de manifestaciones convocadas por chilenos y que hablen de problemas internos… la figura es otra. Ahora sin son mapuches… peor.

Es por eso que me animé a escribir esta nota. Porque hay evidentes problemas de óptica. No se puede definir como de izquierda una persona que condene a un gobierno socialista. Ni de centroizquierda. Ni siquiera de centro. No se puede definir como de izquierda alguien que condene a Venezuela. Existe una gigantesca campaña comunicacional para destruir un gobierno que busca la equidad. Está en crisis. Es cierto. Y para anular la agresión muchas veces se deben tomar medidas impopulares. Si la lucha desesperada por subsistir que libra un gobierno socialista provoca los escrúpulos de un izquierdista queda a lo menos el silencio. Porque sobran los imperialistas que desean destruirlo. No te puedes sumar al enemigo. No puedes convertirte en monigote de la derecha, como Lagos o Bitar. La izquierda chilena no puede validar el intervencionismo imperialista. ¡De donde salieron tantos fascistas, por favor!