Diario Electrónico de Mejillones

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Cultura

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El día que se perdió la brújula en Mejillones

Un errático Primero de Mayo

Wilfredo Santoro Cerda

Si hay algo que necesitan con urgencia los trabajadores es conducción. Liderazgos que se desmarquen del desgastado discurso político y muestren vías reales para contrarrestar el colosal poder de los empresarios. Esa carencia se hizo evidente este Primero de Mayo en Mejillones, en el acto central de conmemoración del Día Internacional del Trabajo.

El acto fue convocado por la Federación de Trabajadores Portuarios de Mejillones, la misma entidad que paró la exportación de cobre la navidad del año pasado. Un organismo que se veía saludable y se proyectaba como un intento serio de organizar el sindicalismo de una comuna. Una Federación que se constituía como la esperanza del sindicalismo local.

¿Qué pasó? En lo fundamental: tres cosas. La primera, de tres sindicatos originales uno se descolgó del acto. Segundo: aparecen sentados en primera fila personajes en busca de figuración política. En tercera instancia, el exagerado protagonismo del maestro de ceremonias, a su vez candidato a dirigente y también a concejal por el PC.

UNA FISURA ¿EVENTUAL?

Vamos viendo punto a punto por qué es mala cada una de estas cosas. Empezaremos por la “descolgada” del Sindicato de Eventuales. Esta entidad es la que tiene más socios y está en víspera de renovar su directiva. Pero a su vez, su actual dirigencia es la que se ha mostrado más proclive a la empresa, al extremo de no tener mayor participación en el paro de Navidad.

Otra de las dificultades de ese Sindicato es que ha actuado casi como “abogado” de la empresa. Es habitual que cuando los trabajadores les planteen alguna inquietud, esa Directiva estime que no es pertinente cursarla, porque la empresa tiene la razón. Por último, la entrada a ese sindicato no es libre: los interesados deben ser “autorizados” por la asamblea. Una medida abiertamente antisindical y a mi juicio, arbitraria. Si a eso sumamos que sus dirigentes, si bien se pararon en Navidad, no tuvieron participación activa en ese movimiento y ahora se bajaron de la celebración del Día del Trabajador… bueno… no son medidas muy populares.

Ahora. Para mí es fácil contar lo malo, pero también se debe atender la muy especial condición que ellos afrontan. Su capacidad de gestión es completamente diferente a la de los dos sindicatos que han dado la lucha, ambos de personal contratado. En la práctica, los dirigentes eventuales no tienen fuero… porque tienen contrato sólo por el turno. Si hacen algo que le parezca mal a la empresa, sencillamente los dejan de rayar (convocar) y se acabó la posibilidad de gestión ¿Quién puede negociar así?

En otras palabras, aquí el problema no son las personas que dirigen el Sindicato de Eventuales, el problema es la legislación. Por eso no es una declaración conciliadora, ni unitaria - menos revolucionaria - expresar en un acto público que tales dirigentes prefieren “comerse un asado”.

¡COMPADRE.. SIENTESE NO MAS!

A ver, como es sumamente sensible hablar de dirigentes –todos amigos por lo demás- pasemos al segundo punto de esta celebración: el “protocolo” empleado para las autoridades. Todavía me pregunto que lógica primó. ¡Ninguna me funciona! En primer lugar no fue un protocolo oficial, porque el seremi y la directora del Trabajo fueron sentados atrás. Tampoco resulta su relación con el mundo sindical, porque adelante habían dos comerciantes y atrás estaban, como dije, el Seremi y la Directora del Trabajo. No sirve tampoco que se trate de autoproclamados candidatos a alcalde, porque hubo un candidato a alcalde, Rolando Cortés, que no fue invitado estando presente. Si buscamos razones políticas, tampoco las encontraremos. Podríamos pensar que se trató de vitrinear a candidatos que favorecieran a los trabajadores, pero allí no había ningún candidato a alcalde que se defina de izquierda.

En otras palabras, no hubo un mensaje de ninguna índole. Solamente simpatías personales de quienes organizaron el acto. A los trabajadores se les debe respeto. Ya está bueno que nos sigan imponiendo a los mismos de siempre. Si hacemos un acto del Día Internacional del Trabajo, démoles ese carácter. No pongamos a los compadres en primera fila para ver si agarran unos votitos más. Así no construiremos sindicalismo. Porque de ser así, me asiste el convencimiento que terminará manifestándose más coherente la actual fórmula, que es lo que siento que está ocurriendo.

¿POR QUIEN VA EL “COTO”?

Por último no es posible que durante dos años consecutivos el maestro de ceremonia termine convirtiéndose en el orador principal del evento, como ocurrió nuevamente con mi amigo José “Coto” Barraza. El problema es que José es candidato a concejal por el Partido Comunista y también a dirigente precisamente por el sindicato que se bajó. Entonces aparece haciéndole “claque” a personajes que están abiertamente vetados por la izquierda, como es el caso de Armando Aillapán, que en las últimas elecciones renegó de su relación con el PC y se presentó en alianza con Renovación Nacional, bajo el discurso que “la gente vota por las personas, no por los partidos”

Es así que los trabajadores ven al candidato comunista ofreciéndole asiento en primera fila a Aillapán, quien es considerado como responsable del descalabro comunista en Mejillones y pidiendo aplausos para Sergio Vega, ex administrador municipal y quien va por cuenta propia. Todas señales terriblemente equívocas, que hacen que las personas se confundan y terminan resintiendo la confiabilidad que pudiese tener el mismo Barraza. No mencionaré la sentida lectura que también hizo del mensaje enviado por el actual alcalde Marcelino Carvajal.

NUNCA RENUNCIEN A LA CONDUCCION

Con respecto a lo bueno, es absolutamente necesario destacar el trabajo realizado por los dirigentes portuarios contratados. Aunque siempre es injusto mencionar, no se puede dejar de reconocer el compromiso y la altura de miras de dirigentes como Richard Orellana, Alberto Cruz y Ademir Monardes. A esto, se suma la capacidad de gestión de Juan Alcayaga y de todo un equipo, que está trabajando seriamente para esbozar una entidad gremial poderosa… y lo está logrando.

Es por eso que entre las lecciones que quedan puedo decir que ustedes, los dirigentes portuarios mejilloninos, lo están haciendo bien. Lo del Primero de Mayo es sólo un problema menor que pone en evidencia una sola falencia en vuestro movimiento: la comunicación. Ustedes no pueden dejar jamás en terceras manos la conducción, porque eso puede echarle abajo en menos de una hora el trabajo de un año. Y los políticos andan desesperados buscando tribunas donde sea.