Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Jueves 6 de octubre de 2022 Cultura

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Óleo Thomas Somerscales

 

¿Dónde capturamos al Huáscar?

Edmundo Martínez

               A medida que se acerca un nuevo 8 de octubre, una vieja interrogante vuelve a rondar por mi mente. ¿Dónde ocurrió el Combate Naval de Angamos?

De niño, mi padre, un ex oficial de la armada, siempre nos repetía que el Huáscar había sido capturado justo frente al balneario de Hornitos. Años más tarde, leyendo a Benjamín Vicuña Mackenna en su Historia de la Campaña de Tarapacá, veo respaldados los dichos de mi padre. Ese autor, si bien sitúa el inicio del combate en las proximidades de punta Angamos, lo finaliza a la altura de punta Tames, 60 km más al norte. Incluso autores recientes como Carlos Tromben en su novela histórica Huáscar, también sitúa la fase final del combate en las cercanías de punta Tames.

Sin embargo, en la medida que fui profundizando en el tema al leer a otros autores, junto a los relatos de testigos y los propios actores del drama, tanto chilenos como peruanos, ciertas dudas, que cuestionaban la creencia general, fueron apareciendo.

NO DICE "PUNTA TAMES"

En forma temprana me llamó la atención que ningún parte oficial (chileno o peruano) menciona punta Tames. En general los relatos peruanos son más ricos en referencias geográficas y ellos inequívocamente sitúan el combate a la altura del morro de Mejillones o punta Angamos.

Un evento clave ocurre unos pocos minutos antes del primer intercambio de disparos entre el Huáscar y el Cochrane, cerca de las 9 am de ese 8 de octubre de 1879. En ese momento los navíos peruanos, la corbeta Unión y el monitor Huáscar, navegaban a toda máquina rumbo al norte prácticamente arrinconados contra la costa cercana a la altura del morro Mejillones, perseguidos a la distancia por el blindado Blanco Encalada, la goleta Covadonga y el transporte Matías Cousiño (1ra División chilena), mientras que por el oeste se acercaba a toda velocidad, para cortarles el paso, la 2da división chilena formada por el blindado Almirante Cochrane, la corbeta O’Higgins y el transporte Loa.

EL HUÁSCAR SIN CONTROL

Según el relato del comandante Aurelio García y García de la Unión, el Huáscar intempestivamente vira hacia la costa cercana, lo que interpreta como que el comandante Grau, viendo que no logra la velocidad necesaria para escapar al cerco de la escuadra chilena, intenta encallar al monitor para evitar su captura por los chilenos. De la misma opinión son los marinos chilenos que observan esta acción. Sin embargo, la explicación es otra, según lo narran posteriormente algunos de los sobrevivientes del Huáscar: En el momento de cambiar del timón de navegación al de combate, ubicado al interior del casco, se rompe uno de los aparejos y el monitor queda sin gobierno por unos preciosos 15 minutos.

Si existió la remota posibilidad que el Huáscar esquivara a la escuadra chilena, en ese momento su fortuna quedó irremediablemente perdida. Fue entonces la ocasión en que la Unión (el navío más rápido de todos los allí presentes) abandonó a su consorte, escapando a toda velocidad y sin parar, hasta arribar al día siguiente al puerto de Arica. Perseguida por el Loa y la O´Higgins, el rápido andar de la Unión obligó a que estos abandonaran la persecución a las 19 horas, a la altura del río Loa.

YA NO AVANZA

A partir de ese instante el monitor no pudo avanzar una milla más. Con el timón comprometido, ya sea por el incidente inicial o por los daños ocasionados por los proyectiles chilenos, sumado a su espolón torcido, su andar fue errático, describiendo amplios círculos en torno a esa última posición, como lo muestra el plano de la acción trazado por el comandante Latorre.

Croquis comandante Latorre

 

Con el Huáscar sin gobierno, el combate fue una verdadera masacre. A las 9:25 AM el monitor abrió fuego contra el blindado Cochrane y a las 10:55 el combate había terminado, dando tiempo para que el blindado Blanco Encalada se sumara a la acción e incluso la Covadonga alcanzó a llegar para dar un cañonazo en memoria de Prat y sus héroes.

FUE VISTO DESDE MEJILLONES

Si bien los antecedentes aportados son más que suficientes para ubicar la acción naval inmediatamente al oeste de punta Angamos, existen varios otros que ratifican lo expuesto. En mi opinión el mas importante es que el combate fue observado con lujo de detalles por los vigías apostados en la huanera de Mejillones.

Desde las huanera bajaban periódicamente mensajeros a matacaballo con los partes que describían el desarrollo de la contienda. A su vez estos partes eran transmitidos por el telégrafo al cuartel general del ejército en Antofagasta y desde ahí directamente a la Moneda. Tal fue el detalle con que los vigías contemplaron el combate, que notaron detalles tan precisos como el momento en que el Huáscar pierde su pabellón de combate (por una bala que cortó la driza), cuando una explosión arroja al agua la lancha de servicio del monitor (que interpretaron como un torpedo lanzado) y finalmente la rendición del Huáscar, arriando su pabellón, y el abordaje por los botes chilenos. Esto indica una distancia no superior a las 2 o 3 millas náuticas.

NO PASÓ TODA LA ESCUADRA

Por otra parte, de haber ocurrido el desenlace de la acción naval en punta Tames, los vigías de Mejillones hubiesen visto pasar a toda la escuadra delante de ellos, sin embargo, solo observaron el paso de la Unión, perseguida por el Loa y la O’Higgins. De igual forma, con un combate tan cercano, sin duda la población de Cobija se hubiese trasladado en masa al reciente camino carretero de quebrada Guasilla, para ver desde las alturas la conclusión de tan épica contienda.

Un par de días después, en punta Angamos la patrulla de la costa encontró los cadáveres de un par de marinos peruanos que la corriente llevó a la playa. Sin duda los cuerpos de algunos de los infortunados tripulantes del monitor que al momento de la rendición se lanzaron al mar, azuzados por sus oficiales, en el sentido que los chilenos los asesinarían una vez que abordaran el Huáscar. De haber ocurrido en punta Tames, esos cuerpos nunca habrían llegado a Angamos.

Croquis del teniente Bianchi

 

               Ahora bien, cual es la razón por la que la historiografía chilena insiste en ubicar el combate en punta Tames, es muy simple; esta se puede trazar al croquis levantado por el teniente 2do A Bianchi Tupper, ayudante del jefe de la escuadra, el cual tuvo una amplia difusión en los meses posteriores al combate. En ese plano, por tratar de mostrar en detalle todas las acciones que llevaron a la captura del Huáscar, las que ocurrieron sobre un amplio espacio de cerca de 60 km, necesariamente implicó que estas quedaran fuera de escala. De esta forma es como el combate que ocurrió en Angamos quedó desplazado a punta Tames. En este sentido, un plano publicado contemporáneamente en Inglaterra es mucho mas fiel a la real ubicación del combate naval.

Plano inglés

 

               Finalmente, para todos aquellos que hemos contemplado con emoción el majestuoso óleo de Thomas Somerscales que además tenemos el privilegio de conocer la geografía de nuestra costa desde el mar, es inequívoco que el artista ubica la acción precisamente frente a los farellones de punta Angamos.