Diario Electrónico de Mejillones

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Miércoles 26 de enero de 2022 Cultura

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¿Hubo hielo en Coquimbo?

Edmundo Martínez de los Ríos

    WasThere Ice at Coquimbo? Con este sugestivo título, en septiembre de 1944, fue publicada una corta nota en la prestigiosa revista Science.

  

    Su autor, el destacado geólogo norteamericano Bailey Willis, quien en 1923 recorrió por casi un año el norte de nuestro país comisionado por la Carnagie Institution de Washington DC, para investigar los efectos del fuerte sismo del 10 de noviembre de 1922, también conocido como el Terremoto de Vallenar. 

 

    Durante su visita, mientras colectaba fósiles terciarios en las terrazas marinas que rodean al puerto de Coquimbo, no pudo escapar a su ojo experto la presencia de grandes bloques rocosos (de varios metros de tamaño), cuya procedencia era difícil de explicar entre los sedimentos más finos que conforman las terrazas mencionadas. 

 

    A sabiendas que los procesos geológicos normales no podían explicar la presencia de aquellos enormes bloques, Willis se vio forzado a buscar una solución más compleja. Como en esos años estaba en boga toda la temática relacionada a la edad de hielo, encontró que la explicación mas plausible era suponer que aquellos enormes bloques pétreos fueron movidos por la acción de extensos glaciares que cubrieron las actuales regiones de Coquimbo y Atacama.

¿HUBO HIELO EN MEJILLONES? 

    Ahora bien, ¿entonces qué relación tiene el hielo de Coquimbo con Mejillones? Simple, tanto en la península de Mejillones, como en el balneario de Hornito existen depósitos sedimentarios idénticos a los observados por Bailey en Coquimbo. Entonces es válido preguntarse ¿Hubo hielo en Mejillones?  

 

    La pregunta es válida, pero la respuesta para ambos casos es muy distinta a la conjetura original del geólogo estadounidense. Paradójicamente, la solución al misterio estaba en la génesis de su viaje a Chile, el terremoto y posterior maremoto en las provincias de Atacama y Coquimbo... 

 

    A partir de 1990, una serie de investigaciones ha demostrado que la presencia de estos mega bloques en los antiguos sedimentos costeros se debe a paleo-tsunamis que barrieron con las costas chilenas. Estos eventos, de magnitudes muy superiores a los registrados históricamente, están relacionados a causas tan extraordinarias como la caída de un asteroide en el océano Pacífico. 

 

    El 2012, el geólogo australiano Goff publicó un interesante artículo científico, en el que da a conocer evidencia geológica alrededor de las costas del Pacífico, en lugares tan lejanos como la Antártida, Australia, Nueva Zelanda, Japón, México, Perú y por supuesto varias localidades en Chile (incluyendo Hornitos), en donde se encuentran depósitos sedimentarios idénticos a los observados por Willis.

CAÍDA DE ASTEROIDE 

    Goff asocia estos eventos al impacto del asteroide Eltanin, suceso acontecido hace unos 2.5 millones de años, a unos 5000 km al suroeste de Punta Arenas. Si bien este suceso astronómico se conocía desde 1997, hasta esa fecha nadie había asociado el registro estratigráfico terrestre con el impacto. 

 

   El modelamiento computacional de la altura del tsunami, muestra olas de más de 100 metros que arrollaron las costas de los tres continentes involucrados (América, Asia y Oceanía). 

 

    El propósito de este escrito es, por una parte, sacar del olvido la publicación de Willis, que, aunque su hipótesis era incorrecta, sus observaciones geológicas fueron impecables. Mientras que, por la otra parte, es dar a conocer la ocurrencia de estos eventos catastróficos a nivel global, sobre todo considerando que todavía es posible observar sus huellas, tan cercanas a nosotros como lo está Hornitos. 

 

(Fotografía tomada de Hartley et al., 2001, A possible Plio-Pleistocene tsunami deposit, Hornitos, northern Chile.)