Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Viernes 19 de junio de 2020 Cultura

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ADIÓS A UN GRANDE: FLOREAL RECABARREN

 

Wilfredo Santoro Cerda

 

Probablemente deberá pasar mucho tiempo para que la comunidad regional se dé cuenta del hombre que nos acaba de dejar. Porque Floreal Recabarren Rojas es un gigante dentro de los hijos de esta tierra. Su obra es tan vasta y trascendente que difícilmente podrá ser sintetizada por quienes ahora buscamos plasmar su memoria.

A pesar de su laboriosa obra en el campo histórico, Floreal Recabarren no fue un historiador propiamente tal. Floreal no escribió historia... Floreal hizo historia. Y cada uno de sus pasos estuvo destinado a orlar su querida Antofagasta.

Durante su primer período como alcalde acuñó esa hermosa frase: "Antofagasta, la ciudad del gran impulso", otorgándole identidad de futuro, pero siempre su objetivo fue establecer fehacientemente la génesis real de Antofagasta. Y en esa tarea sacó de la oscuridad a Juan López, aunque le mantuvo el apelativo de "Chango".

Serio y docto -como fue su característica- no se dejó guiar por sus enciclopédicos conocimientos. Llamó a un concurso público de historiadores donde Óscar Bermúdez Miral y Jorge Cruz Larenas consolidaron y enriquecieron lo que ya había dicho Isaac Arce: Antofagasta nace en 1866 y su primer poblador es Juan López.

 

CENTENARIO DE ANTOFAGASTA

 

Esa verdad se institucionaliza con Floreal alcalde, quién en 1966 celebra el centenario de Antofagasta. Es decir, Floreal fue el hombre que institucionalizó el nacimiento de Antofagasta y le otorgó una tardía pero válida gloria a ese prócer que fue Juan López.

Floreal también fue político. Y a él le vi un gesto inédito en esa fría disciplina. No me lo contaron. Esto lo viví. Marzo de 1973. Tenía 12 años y me hallaba en La Caleta, pegado a una pequeña radio a transistores que transmitía el cierre de las campañas para las elecciones parlamentarias. Faltando 5 minutos para las 24 horas, Floreal –que iba de candidato a diputado- llamó a sus adherentes a votar por quien aparecía como más débil en la lista DC: el loíno Cesáreo Castillo. Consecuencia: Castillo resultó elegido y Floreal se perdió. Ese tipo de cosas ahora no se hacen.

Tuve el honor de estar entre las personas que él definió como amigos, pero igual la sensación de pérdida que experimento trasciende ese sentimiento. Con Floreal se nos está yendo un trozo de Antofagasta. Se nos está yendo una época dorada y por último, se nos está yendo un antofagastino de excepción.