Diario Electrónico de Mejillones

Fundado el 2 de noviembre del 2001

Las verdades que no se dicen...

Sábado 17 de agosto de 2019

Cultura

Volver a la página principal

CULTURA Y PATRIMONIO EN MEJILLONES: ¿DÓNDE VAMOS?

 Wilfredo Santoro Cerda 
 

      Desde hace muchos años he venido sosteniendo que Mejillones tiene una inmensa riqueza histórica. Que dicho patrimonio no ha sido valorado ni hecho visible. Ni siquiera investigado y que el adecuado manejo de tal riqueza debiera tener un profundo impacto en el desarrollo de nuestra comuna, incluso en el ámbito económico.

      El análisis más superficial nos indica que nuestra realidad histórico-patrimonial es miserable. Carecemos de monumentos nacionales porque las autoridades del Consejo consideran que amenazan el turismo; la educación municipalizada (Daem) no tiene integrado el concepto de patrimonio local y la Fundación Cultural no financia patrimonio histórico ni literatura.

UNA TAREA, UNA PREMISA

      El Consejo Patrimonial de Mejillones ha sido la entidad que ha abordado este inmenso desafío. Bajo la premisa: “Mejillones es la cuna del Chile moderno” ha lanzado una serie de iniciativas tendientes a cambiar esa mirada pueblerina que ha prevalecido y proyectar un Mejillones que sea foco del turismo histórico y que esté enlazado con una historia regional donde seamos protagonistas.

      La primera etapa de este trabajo consistió en investigar. Un trabajo arduo, prolongado y totalmente gratuito nos permitió dar importantes pasos para desenterrar esa historia. En esa primera etapa tuve la compañía invaluable de un prohombre mejillonino: Florentino Novoa Saavedra. Y nosotros mismos quedamos impresionados de cuán espectacular fue Mejillones del siglo XIX en la historia de Chile.

DE SORPRESA EN SORPRESA

      En esta primera etapa dimos pasos trascendentales. Primero publicamos “Poetas y pioneros”, que fue la bibliografía de Mejillones y nos permitió saber que existía un enigmático libro: “Las Huaneras de Mejillones”: Fuimos con Florentino a Santiago por ese libro y nos dimos cuenta que estábamos ante un inmenso hallazgo. Lo trajimos a Mejillones y lo reeditamos. Su publicación modificó la historia regional.

      Posteriormente, gracias a la información que íbamos recabando, logramos dar con una serie de lugares fantásticos que no existían en el catálogo histórico mejillonino. Primero: la pirámide Pissis-Mujía que delimitó el paralelo 23 según el Tratado de Límite de 1866. Un imponente monumento de 3 metros de alto que aún luce majestuoso.

      Poco después, me tocó hallar el cementerio donde fue sepultado Grau y su tripulación en 1879. Sólo seguí la detallada descripción que hizo el siglo pasado Edly Shanks, ex alcalde local en una entrevista radial.

      Y rápidamente los descubrimientos se fueron sucediendo. El lugar donde estuvo el Edificio de la Intervención Chilena en Mejillones, el lugar de donde salió “Cangalla” Méndez para descubrir Caracoles. Nadie sabía que la mítica caravana del “Cangalla” había salido de La Caleta. Nosotros lo dijimos.

¿CÓMO LOGRAR QUE LOS MEJILLONINOS ENTIENDAN?

      Todo este trabajo de investigación está dirigido a un solo fin: preservar el patrimonio mejillonino y difundirlo. Lograr un “cambio de chip” donde el tema patrimonial sea visto como una riqueza y no como una amenaza.

      Por eso en este punto se hace necesario dejar en claro dos cosas: la primera: Consejo Patrimonial es una organización cultural comunitaria –una OCC según el argot burocrático- en otras palabra: trabajamos gratis y tenemos cero financiamiento. Segunda cosa: tenemos nulo poder de decisión. Nosotros sólo proponemos. Quedamos sujetos a que otros aprueben.

      Bajo esa perspectiva, el Consejo Patrimonial desde hace años está promoviendo algo grande para Mejillones. Fundar un Mejillones para el futuro con identidad, con monumentos, con una industria turística basada en el riquísImo e inexplotado patrimonio histórico. Lograr que todos podamos remar en el mismo sentido. Que las autoridades promuevan la existencia de al menos un monumento nacional. Que la Fundación otorgue financiamiento al patrimonio. Más directo aún, que otorgue financiamiento al Consejo Patrimonial para que nuestra entidad pueda desarrollar las mínimas actividades tendientes al trabajo de investigación. Que el Daem integre en su malla curricular patrimonio local y que éste se encuentre vinculado al Consejo Patrimonial. Que exista un hilo conductor que nos permita a todos hablar el mismo idioma. Que exista un discurso común en lo que se refiere a identidad y creo que el discurso más coherente y más documentado es el que ofrece el Consejo Patrimonial.

REVISEMOS

      Ante una propuesta de esa envergadura para la comuna y nacida de la comuna. ¿Cuál es la respuesta de autoridades y jefaturas técnicas? Revisemos:

      MUNICIPALIDAD: Consecuente con lo señalado, Consejo Patrimonial solicitó la declaración de las Guaneras de Mejillones como monumento nacional. Consideramos que las Guaneras de Mejillones es el elemento histórico más potente para la construcción de una propuesta turístico-patrimonial local. Existen demasiados elementos que la validan. Su incidencia para la Guerra del Pacífico, la industria del guano, su calidad de precursora en la minería y en el poblamiento costero del Desierto de Atacama. Más aún, hermosísimas playas y su calidad de santuario ecológico.

      No pedimos al Municipio que hiciera la solicitud. La hicimos nosotros. Sólo le pedimos una carta de apoyo en su calidad de representantes oficiales de la comunidad mejillonina. No hubo acuerdo y la Municipalidad no apoyó. Parece increíble que las autoridades de una comuna no quieran monumentos nacionales.

      FUNDACIÓN CULTURAL: Aquí el análisis es necesariamente más amplio. La Fundación administra los fondos que las empresas dirigen hacia la comunidad mejillonina vía municipio. En otras palabras: las empresas al instalarse provocan efectos no deseados y como una forma de compensar a los mejilloninos les regalan una cierta cantidad de plata para arte y cultura. Este dinero lo canalizan al municipio y el municipio lo administra mediante la Fundación Cultural.

      La Fundación Cultural comenzó a funcionar en la administración pasada. Su primer Director fue Manuel Tapia, quien estableció una política de talleres. Posteriormente asumió Marcelo Mera, quien se supone debía dar cuerpo a lo anunciado por el nuevo alcalde Sergio Vega, quien prometió un decidido impulso al tema patrimonial. Sergio había firmado un compromiso público de apoyo al Consejo Patrimonial y una de sus primeras acciones fue modificar el lema de Mejillones, integrando el término: ciudad “histórica”.

      Marcelo Mera siguió calcado el lineamiento de Manuel Tapia. Continuó con la gestión de talleres impuesto por Manuel, que ha sido un real aporte a la cultura local. Confirmó al segundo de Manuel: Daniel Rojas y su proyecto: el Cine Alianza. La única diferencia fue la plantilla de funcionarios, que de 6 se remontó a más de 20.

       No puedo dejar de comentar uno de los últimos post de la Fundación. En este señala que están reunidos con “Marchantes” para “capacitarse” y “fortalecer” su gestión. A ver. ¿Quiénes son Marchantes? “Marchantes” es una consultora antofagastina. Una consultora no trabaja gratis como nosotros. ¿Por qué tienen que capacitarse los integrantes de la Fundación? ¿acaso no están capacitados? Si no están capacitados ¿cómo los eligen?

 

 

      Bueno. Mi postura con respecto a la Fundación Cultural es la siguiente. ¿En que se está gastando el dinero con que las empresas se congracian con los mejilloninos? ¿en sueldos para que más de 20 personas hagan lo que antes hacían 6? ¿en pagar asesorías a consultoras antofagastinas que les enseñen gestión cultural? ¿se puede definir como buen criterio cultural destinar decenas de millones y personal contratado para el funcionamiento de un cine comercial y no destinar un peso para patrimonio o literatura?

      DAEM: Por lo general el Departamento de Administración de la Educación Municipal, (Daem) ha tenido una actitud sumamente displicente con el tema patrimonial y de identidad mejillonina. Puede deberse a una suerte de desprecio profesional por parte de profesores al trabajo que realizan organizaciones culturales comunitarias como la nuestra. La vieja mirada desconfiada del academicismo ante la acción de agentes no validados por ellos.

      Sin embargo uno siempre espera que esa inacción, esa falta de malla curricular, esa inexistencia de cultura e identidad mejillonina en los propios profesores, sea superada por ellos mismos, pero eso no ocurre. No sabemos de algún ramo de historia mejillonina. No sabemos que los alumnos visiten los lugares históricos emblemáticos, como el paralelo 23 o el cementerio de Grau, menos las Guaneras de Mejillones.

      Todas las gestiones que hice ante el Daem no prosperaron, desde pedir presencia de alumnos para la entrega de la Medalla “André Bresson” y la Caravana Patrimonial hasta que se facilitara un bus para trasladar alumnos de la Escuela de Michilla a una presentación patrimonial en Mejillones. La respuesta fue siempre negativa y Félix Mundaca –director del Daem- terminó por no recibirme por falta de tiempo, al igual que Marcelo Mera. Si personas en tales cargos no tienen tiempo para recibir a un escritor histórico, promotor de la identidad y cultura de Mejillones y además presidente del Consejo Patrimonial, es lógico pensar que tales temas para ellos no revisten la más mínima importancia.

¿QUE SE HACE?

      Bien, pero todo eso son pequeñeces que he descrito para adobar un tema que considero debe preocuparnos a todos: ¿dónde vamos con la cultura, el patrimonio y la identidad de Mejillones?. Mañana hay elecciones en el Consejo Patrimonial así que probablemente desapareceré como agente cultural y quiero que mi discurso al menos se conozca, para ver si hay gente que lo comparte y lo hace suyo. También puedo ser reelecto y en ese caso advertirles que seguiré siendo “pulga en el oído”.

      Lo que importa es que todo eso se pueda corregir. Así como hice un diagnóstico, dije lo que me parecía mal y detallé las personas y actitudes que me cuesta comprender, ahora diré que espero de mi comunidad.

      DE MEJILLONES: Espero que aprendamos a valorar y cuidar nuestro patrimonio histórico. Decir que los mejilloninos de todas las épocas hemos depredado nuestra riqueza patrimonial o –en su defecto- hemos permitido que otros lo hagan. Es absurdo que este histórico pueblo no tenga un monumento nacional.

      DEL CONCEJO MUNICIPAL: Espero que repongan el punto “carta de apoyo a la declaratoria de las Guaneras de Mejillones como monumento nacional”. Que lo acepten, que firmen la carta y que dispongan el apoyo técnico de la Municipalidad para la gestión.

      DE LA FUNDACIÓN CULTURAL: Pido que esta Fundación Cultural considere el tema patrimonial. Pido un financiamiento anual permanente para investigación que corresponda al promedio del gasto que generan las restantes academias y que esta se canalice exclusivamente por el Consejo Patrimonial. Pido que este financiamiento se considere desde ahora y cubra el segundo semestre del 2019.

      DEL DAEM: Solicito que a contar del 2020 se integren en las mallas curriculares de los estudiantes de la comuna “Historia de Mejillones”. Solicito ésta sea dictada por persona validada por el Consejo Patrimonial. Solicito que de no ser posible lo expuesto se utilice la herramienta más próxima a este concepto, como la creación de academias.

LOS QUE SÍ LO HICIERON BIEN

      Hay otras facetas de este inmenso proyecto que no mencioné y tienen vital importancia. Si no lo hice es porque esta nota es crítica. Y tales áreas han funcionado perfectamente. Me refiero a Turismo, que ha sido brillante tanto a nivel municipal como a nivel privado. En Turismo Municipal ha estado Isabel Pool quien siempre se ha mostrado receptiva y dispuesta a apoyar nuestras iniciativas. Por el lado privado está la Cámara de Turismo, que bajo la dirección de Nicolás Bribbo nos ha manifestado su atención con respecto a nuestra propuesta. Por último, está el Museo Histórico de Mejillones en cuyo Director: Felipe Catalán, hemos tenido un eterno aliado.