Diario Electrónico de Mejillones Fundado el 2 de noviembre del 2001 |
||||||||||||
|
LA LINDA RUBIECITA DE MEJILLONES ¿QUIÉN FUE?
Wilfredo Santoro Cerda, Consejo Patrimonial de Mejillones
Hasta el momento los únicos antecedentes que tenemos para identificar a la misteriosa mujer son dos. Ambos son obras artísticas. Un libro y una canción. El libro fue publicado en 1926, se llamó “A la vera del mar” y fue escrito por Armando Chirveches. La canción es “En Mejillones yo tuve un amor”, cuyo autor es Gamelín Guerra y salió al mercado en 1945.
Para más precisión el intelectual boliviano Chirveches escribió su novela en 1920, mientras residía en Mejillones. Gamelín se inspiró 18 años después. “En Mejillones yo tuve un amor” salió de su pluma en 1938.
“A la vera del mar” describe Mejillones de 1920, único año que permaneció Chirveches en este puerto. Todo indica que 1920 es la época de la “linda rubiecita”. Fecha en que coinciden Chirveches y Gamelín Guerra. El novelistaboliviano con 39años y Gamelín con 14.
Chirveches es un escritor costumbrista, que tuvo la magia de reproducir con precisión y encanto tanto los pueblos que visitaba como sus situaciones. Lo que le impresionó de Mejillones en 1920 fue una inglesa que cada cierto tiempo desembarcaba en el muelle y provocaba sensación entre los varones. Eso inspiró su novela, verdadera joya literaria mejillonina. Esa inglesa tenía unos vistosos ojos verdes y su cabello era… colorino. No rubio.
Otro antecedente llamativo que aporta Chirveches es que la inglesa vivía en un galeón. Esa embarcación existió y tenía un propietario inglés. Aunque en el libro tiene un nombre ficticio se trata del HMS “Liffey”.
Por su parte, Gamelín nunca hizo pública la identidad de la “rubiecita”. Siempre señaló que era una visión general o que alguna vez la había visto caminando por las playas de Mejillones. Si le creemos a Chirveches… lo dicho por el trovador sería estrictamente real. A los 32 años compuso una canción a aquella llamativa inglesa. La mujer que sacudía Mejillones cuando él tenía 14 años.
Sólo como antecedente podemos decir que el mascarón de proa del HMS “Liffey” aún existe. Se halla en el Museo Marítimo Nacional de Valparaíso.
Pero el arte llama al arte. La literatura y la música han convocado a la pintura. Es así como el artista plástico mejillonino Carlos Lichiok Miranda ha dado un rostro a la rubiecita. De su pincel ha salido un óleo que retrata a este ícono mejillonino sobre aquel otro pedazo de historia: el HMS “Liffey”. El rostro de la enigmática mujer sobre el galeón que luce gallardo su mascarón de proa.
La historia del libro “A la vera del mar” es francamente delirante. Fue publicado en Paris el año 1926. Luego de eso su autor se quitó la vida -pegándose un tiro- a los 45 años. Dejó una carta que decía “Estoy tan solo. No he creado hogar. Conmigo se extingue el nombre de mi familia”.
El próximo año se cumplirá un siglo de su partida. Fecha importante ya que con él también se extinguió el escritor que eternizó a la mejillonina más universal: “la rubiecita de los ojos verdemar”.