Diario Electrónico de Mejillones

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Las verdades que no se dicen...

Viernes 18 de noviembre de 2016

Cultura

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----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Ana Olivares Cepeda; socia del Consejo Patrimonial de Mejillones, entregó una carta solicitando a la Presidenta una estatua y un día institucional que recuerde a las cantineras. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

PIDEN A PRESIDENTA MEMORIA PARA CANTINERAS

                                                                                                                                 Wilfredo Santoro Cerda 

        La necesidad de mantener vivo el recuerdo de la mujer en la conquista del Desierto de Atacama fue planteada a la Presidenta de la República. Son cuatro las instituciones de la Región de Antofagasta que piden se instaure un día en memoria de las cantineras que participaron en la Guerra del Pacífico y se erija una estatua que la recuerde.

        Con este objeto se hizo presente en La Moneda la integrante de la agrupación antofagastina “Los Viejos Estandartes” Ana Olivares Cepeda, quien fue acompañada por el presidente del Consejo Patrimonial de Mejillones y escritor, Wilfredo Santoro Cerda. La portadora de la carta iba vestida con el uniforme que usaron estas valerosas mujeres.

        Además de “Los Viejos Estandartes” y el “Consejo Patrimonial de Mejillones” la iniciativa es patrocinada por el “Centro de Investigaciones Históricas Isaac Arce”, “Antofagasta Patrimonial” y René Torres, creador del comic histórico “Pedro Corvo”.

Entre los argumentos esgrimidos en la carta se mencionan varios aspectos dignos de interés. El primero es la importancia económica que tuvo para Chile la integración territorial del Desierto de Atacama en el siglo 19. Más aún cuando nuestro país basa su riqueza en la minería centrada en esa zona.

        Un segundo elemento es la escasa repercusión que tuvo la actividad de los civiles en tal región, la que se vio manifestada por el trabajo de pioneros, aventureros y mineros que buscaron domesticar el desierto. Lo único que terminó proyectándose para la historia nacional fue el aspecto bélico. 
Pero aún así –de acuerdo a lo explicado por Ana Olivares- en tal proyección hubo discriminación genérica. En la actualidad en todas las ciudades existen monumentos que –con justa razón- recuerdan gestas de la Guerra del Pacífico, pero en ninguna ciudad alguna que recuerde a la mujer que fue y murió en la guerra.

        “Las cantineras dejaron su lugar en la civilidad y fueron detrás de maridos, hijos y hombres en general, para apoyarlos en ese tremendo desafío. Cruzaron desiertos, navegaron, lucharon y murieron. Ellas fueron las cantineras. Al regresar no tuvieron derecho a pensión y su esfuerzo resultó vano para su bienestar. Pero lo más horrible es que ni siquiera su recuerdo ha sido debidamente guardado” nos dijo Ana.

        Es por eso que ella siente que las mujeres del siglo 21 le deben un tributo a ese abnegado papel que cumplió la mujer en la expansión de Chile y que mejor que en honrando a la cantinera: un monumento en Antofagasta, capital del Desierto de Atacama y un día en el calendario de Chile.